
Caos en Barajas: el Ministerio del Interior debe actuar para evitar más retrasos


El Sindicato ASAE alerta sobre la falta de policías en los controles de pasaportes del Aeropuerto de Barajas, un problema que amenaza con repetirse si no se toman medidas urgentes.
El Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas vivió el pasado 2 de julio una jornada caótica en la Terminal 4 Satélite (T4S), donde miles de pasajeros quedaron atrapados en colas interminables en los controles de pasaportes.
Según el Sindicato Alternativa Sindical Aena/Enaire (ASAE), mayoritario en AENA, la situación se debió a la falta de efectivos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en las cabinas de control, agravada por un fallo informático señalado por el Ministerio del Interior. Este incidente no solo provocó que cientos de viajeros perdieran sus vuelos, sino que generó altercados que requirieron la intervención de la Guardia Civil para calmar los ánimos.
ASAE advierte que, sin medidas drásticas por parte del Ministerio del Interior, liderado por Fernando Grande-Marlaska, estas escenas de caos se repetirán, dañando la imagen de España como destino turístico de primer nivel. La organización subraya que el problema no es nuevo: la escasez de policías en los controles de pasaportes es una constante, especialmente en horas pico (de 9 a 13 horas), cuando el volumen de pasajeros es mayor.
¿Falta de policías o mala planificación?
El sindicato denuncia que, salvo en casos excepcionales como el día posterior al colapso, las cabinas de control de pasaportes en las terminales T4 y T1 operan con un número insuficiente de agentes. Según ASAE, el 2 de julio había solo cuatro policías en T4 y cuatro en T1 dedicados a los controles de pasaportes, a pesar de que el Ministerio del Interior afirmó que 16 cabinas estaban operativas con dos agentes cada una. ASAE reta al Ministerio a presentar datos reales que respalden estas afirmaciones, argumentando que la dotación policial es claramente insuficiente para manejar el flujo de pasajeros en temporada alta.
Por su parte, el Ministerio del Interior atribuye el colapso a un “fallo informático puntual” y a la acumulación de vuelos en una franja horaria breve, negando la falta de personal. Sin embargo, esta explicación no convence ni a los sindicatos ni al sector turístico, que señalan una “negligencia reiterada” en la planificación. La Mesa del Turismo de España, que agrupa a más de un centenar de empresas del sector, calificó la situación de “absolutamente inadmisible” y exigió un refuerzo urgente de agentes en los controles.
El impacto en pasajeros, trabajadores y turismo
El colapso no solo afectó a los pasajeros, muchos de los cuales perdieron vuelos internacionales y conexiones, sino también a los trabajadores de AENA. Los empleados de Atención al Pasajero se vieron desbordados, enfrentándose a situaciones de tensión que requirieron protección por parte de la Guardia Civil. Incluso personal técnico e ingenieros de AENA se movilizaron para garantizar el funcionamiento del Automatic People Mover (APM), el tren que conecta T4 con T4S, que operó correctamente pese a la saturación.
El APM, que transporta hasta 13.000 pasajeros por hora a una velocidad de 60 km/h, es un componente crítico en la infraestructura de Barajas. Sin embargo, ASAE cuestiona si el diseño actual del aeropuerto puede absorber el volumen de vuelos en horas pico, ya que cualquier retraso en los controles de pasaportes o en el tren puede generar un efecto dominó.
El sector turístico, representado por organizaciones como la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y la Mesa del Turismo, ha alzado la voz ante el daño que estas imágenes de caos infligen a la reputación de España. Con Barajas como principal puerta de entrada para millones de turistas, incidentes como este pueden disuadir a los visitantes y afectar a un sector clave de la economía española.
Medidas urgentes y responsabilidades compartidas
ASAE exige al Ministerio del Interior un aumento permanente de efectivos policiales en los controles de pasaportes, especialmente durante la temporada alta. Además, sugiere revisar la capacidad de las instalaciones de AENA para manejar picos de tráfico aéreo, proponiendo ajustes en la programación de vuelos o en la infraestructura del aeropuerto.
Por su parte, AENA ha intentado mitigar el problema coordinando con la Policía Nacional y recomendando a los pasajeros llegar con mayor antelación. Sin embargo, ASAE critica que los Coordinadores de Seguridad de AENA deban “mendigar” efectivos policiales, una situación que considera “surrealista” debido a la falta de personal en el Centro de Gestión Aeroportuaria (CGA).
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, anunció el 3 de julio que se reforzarán los controles con más agentes para agilizar los trámites, pero los sindicatos dudan de la efectividad de estas medidas si no se abordan las carencias estructurales.
Un problema que trasciende Barajas
El caos en Barajas no es un caso aislado. Hace semanas, el Aeropuerto de Tenerife Sur enfrentó protestas por retrasos similares en los controles de pasaportes, lo que llevó al Cabildo de Tenerife y al Gobierno de Canarias a exigir soluciones. Estos incidentes reflejan un problema sistémico en la gestión de los controles fronterizos en los aeropuertos españoles, que el Ministerio del Interior debe abordar con urgencia.