
Latinoamérica, el futuro del turismo


El vibrante panorama turístico de América Latina está en plena evolución, con seis actores clave —México, Costa Rica, Argentina, Brasil, Perú y Ecuador— que albergaron a un considerable 86% de los 76,4 millones de visitantes internacionales de la región en 2024, según datos de ONU Turismo.
Un estudio reciente de Mabrian, plataforma de inteligencia turística, arroja luz sobre las tendencias estratégicas que influyen en el futuro del turismo internacional en América Latina. Al analizar la demanda turística y los datos sobre viajes aéreos, Mabrian señala tanto las oportunidades como los obstáculos en el camino hacia un crecimiento sostenible.
Las conexiones aéreas son clave para el éxito del turismo, y cada uno de los seis países enfrenta su propia realidad de cara a 2025. México, Brasil y Argentina están ampliando sus opciones de vuelos nacionales e internacionales para satisfacer la creciente demanda.
La red aérea de Costa Rica, donde un notable 95% de los asientos corresponde a vuelos internacionales, continúa expandiéndose, consolidando su atractivo global.
Mientras tanto, Perú y Ecuador se enfocan en optimizar su capacidad aérea internacional, favoreciendo los mercados tradicionales estables y reduciendo su dependencia de los más impredecibles, como Estados Unidos.
Estas estrategias enfocadas buscan lograr un equilibrio entre la facilidad de acceso y la estabilidad del mercado, asegurando el fortalecimiento del turismo.
Productos turísticos
En Latinoamérica, los viajeros siguen estando, en general, satisfechos. Ecuador, Perú y Costa Rica obtienen una puntuación superior a 80/100 en el Índice Global de Percepción Turística, mientras que Argentina, México y Brasil promedian alrededor de 70/100. Sentirse seguro y protegido refuerza aún más el atractivo de la región.
Sin embargo, el Índice de Satisfacción con los Productos Turísticos, que oscila entre 65 y 71/100, indica que aún hay margen de crecimiento. Estos destinos pueden potenciar su oferta turística aprovechando al máximo sus auténticos tesoros culturales y naturales, a la vez que cumplen con los estándares globales de calidad. Esto impulsará las economías locales y mejorará la experiencia de los visitantes.
La estacionalidad sigue siendo un desafío, ya que la demanda fluctúa en la mayoría de los destinos. Por ejemplo, México y Ecuador experimentan picos en noviembre-diciembre y a mediados de año, coincidiendo con las vacaciones en Norteamérica y Europa. Perú destaca como una excepción, con una demanda más consistente.
Las campañas y promociones específicas durante los períodos de menor afluencia pueden ayudar a equilibrar el flujo de visitantes, aliviando la presión sobre la infraestructura y creando una economía turística más estable.
Este enfoque puede garantizar beneficios durante todo el año para las comunidades y empresas locales, en general.
Turismo cultural
Esta tendencia constituye la base del atractivo de Latinoamérica, especialmente en Argentina y Brasil, mientras que Costa Rica destaca como destino natural. Las profundas raíces culturales de la región ofrecen una base para crear experiencias diversas y multifacéticas, que combinan cultura, naturaleza y otros factores clave de la demanda.
Los destinos pueden satisfacer los diferentes gustos de los viajeros, incentivar visitas más prolongadas y promover la sostenibilidad mediante la creación de productos turísticos personalizados y de alta calidad. Este enfoque mejora la satisfacción del visitante y, en la mayoría de los casos, protege la identidad distintiva de la región…