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Vueling da el salto hacia una aviación más eficiente con la tecnología “piel de tiburón”


La aerolínea se convierte en la primera en Europa en colaborar con MicroTau para explorar una solución biomimética que podría reducir hasta un 4 % el consumo de combustible.

La eficiencia aerodinámica ha sido, históricamente, uno de los campos de mayor interés y desafío en la ingeniería aeronáutica. Desde el diseño de perfiles alares hasta la optimización de rutas, la lucha por reducir el consumo de combustible ha impulsado una evolución constante. Sin embargo, pocas innovaciones recientes capturan tanto la atención como la propuesta de imitar la piel de un tiburón para lograrlo.

Vuelingaerolínea del grupo IAG, ha dado un paso significativo en esa dirección. Este mes ha anunciado una colaboración estratégica con la compañía australiana MicroTau, creadora de un sistema revolucionario: el Riblet Modification Package’una lámina que emula la estructura microscópica de la piel del tiburón. La iniciativa tiene como objetivo aplicar esta tecnología en su flota de aviones de fuselaje estrecho, convirtiendo a Vueling en la primera aerolínea europea en dar este paso.

¿Cómo funciona la “piel de tiburón” en un avión?

Aunque la piel del tiburón parece lisa al tacto, está cubierta por una serie de surcos microscópicos llamados dentículos dérmicos. Estos reducen la fricción del agua durante el desplazamiento del animal, facilitando su movimiento eficiente. MicroTau ha aplicado los mismos principios al entorno aéreo, replicando esta textura en una película especial que se adhiere a la superficie del fuselaje.

El resultado es una reducción de la resistencia aerodinámica, sin necesidad de modificar estructuralmente la aeronave. Según las pruebas iniciales, esta innovación puede suponer un ahorro de combustible de hasta el 4 %, una cifra considerable en un sector que contabiliza cada gramo de queroseno.

Sostenibilidad con impacto inmediato

A diferencia de otras soluciones para la descarbonización de la aviación —como el hidrógeno o los aviones eléctricos— que aún se encuentran en fases tempranas de desarrollo o tienen elevados costes operativos, esta tecnología no requiere rediseñar el avión ni modificar sus motores. Se trata de una solución que puede integrarse en el corto plazo, con un impacto tangible.

“Implementar la tecnología de MicroTau en nuestra flota representaría un hito en el camino hacia una aviación más sostenible. Supone una mejora directa en la eficiencia y una reducción real de emisiones de CO₂”.

El camino hacia el cielo más verde

Esta no es la primera medida de Vueling en materia de sostenibilidad. La aerolínea ya ha incorporado iniciativas como el uso de combustible de aviación sostenible (SAF) o la optimización de rutas y pesos para reducir emisiones. Sin embargo, la tecnología de MicroTau abre una nueva vía: la del diseño biomimético.

La biomimética, o biomímesis, estudia cómo aplicar principios de la naturaleza a la ingeniería moderna. Su uso en aeronáutica no es nuevo, pero hasta ahora no había logrado un grado de madurez tecnológica y aplicabilidad comercial como el que presenta MicroTau. Su director ejecutivo, Henry Bilinsky, destaca esta asociación con entusiasmo: Implicaciones para el sector europeo

Más allá del beneficio específico para Vueling, esta colaboración puede ser vista como un caso piloto para todo el sector europeo. Si los resultados operativos son positivos, la aplicación de esta tecnología podría escalarse a otras aerolíneas del grupo IAG como Iberia o British Airways— e incluso extenderse a otras compañías europeas.

Esto ocurre en un momento en que la industria de la aviación enfrenta una presión creciente para reducir sus emisiones, en línea con los objetivos de la Unión Europea y el compromiso del grupo IAG de alcanzar cero emisiones netas en 2050 a través de su estrategia Flightpath Net Zero.

Naturaleza y tecnología, aliadas en el cielo

Desde el punto de vista de un especialista en aviación, lo más notable de este acuerdo no es únicamente la innovación en sí, sino el cambio de mentalidad que representa. Adoptar soluciones inspiradas en la biología, con capacidad real de implementación y retorno inmediato, muestra que la sostenibilidad en la aviación ya no es un ideal lejano, sino una prioridad operativa.

La eficiencia ya no depende solo de motores o combustibles: está en los detalles invisibles que rodean al fuselaje, en la textura de una superficie, en la forma de interpretar el vuelo. Y en este nuevo paradigma, Vueling está marcando rumbo desde Europa.

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